miércoles, 5 de junio de 2013

Nicolás Jarque

                                    Nicolás es de los tres barbudos el que protagoniza el otoño en su cabello.



Si has abierto el frasco donde me escondía ya has dado el primer paso hacia la inmortalidad que pretendes. Ahora, mira a tu alrededor, cerciórate que nadie puede verte y toma asiento. Estás a punto de descubrir el secreto que cambiará tu vida. Pero antes de entrar en materia es preciso que cierres los ojos, abras tu mente y confíes en mis palabras. Es la única manera para alcanzar tu propósito. ¿Ya? Muy bien. Una última cuestión. No dispongo de fórmula, ni de componentes químicos, ni acarreo efectos secundarios, y por supuesto, soy reversible. Ahora sí, vamos a descubrir el elixir que cambiará tu destino para siempre. Es muy sencillo, ya verás.

Érase una vez…

¿Cómo? ¿Qué broma es esta?, te preguntarás. Pero no, si logras escribir un microrrelato que impacte a los lectores y decides publicarlo en tu blog —si no dispones de uno, ya estás tardando— o en cualquiera de tus redes sociales con tu nombre verdadero, ya habrás conseguido la eternidad, al menos en Internet y aunque algo exigua, te garantizará que tu nombre quedará registrado hasta la eternidad.




                  
                         Nicolás Jarque -    El Rincón de Nicolás Jarque

7 comentarios:

  1. Me encanta esta receta Nico.
    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  2. Curiosamente, Nicolás, hoy mi intervalo dice lo mismo de otra manera.
    http://cazadoresdeintervalos.blogspot.com.es/2013/06/la-inmortalidad.html

    Saludotes de todos siempre lo han sabido

    ResponderEliminar
  3. Así que para morir hay que borrar y borrar...
    Muy chulo!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Me gusta por lo que tiene de motivación: si quieres escribir, escribe, ya surgirá la historia. Lo otro lo de la eternidad tienes razón, salvo que algún día los talibanes que todo lo quieren controlar lo destruyan, como con la quema de libros.

    ResponderEliminar
  5. Me gusta sobre todo eso de que la inmortalidad es reversible ¡cómo no! ;-)

    Un abrazo, Nicolai.

    ResponderEliminar
  6. Marta López Cuartero( Claudia)8 de junio de 2013, 23:10

    Pués sí que cambia el destino para siempre. Y difícil es cambiarlo.
    Nicolas, me encantó conocerte. Y también de la terreta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Bueno, la eternidad mientras dure esta, Don. Que la eternidad ya no es lo que era antiguamente...
    Por cierto, los pie de foto son geniales!!!!

    Abrazos

    ResponderEliminar